viernes, 2 de noviembre de 2012

Collige, virgo, rosas...Ausonio

   Sin duda, el tópico del collige, virgo, rosas  lo conocéis gracias al soneto XXIII de Garcilaso, que después imitará su discípulo Góngora.

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;

  y en tanto que el cabello, que en la vena      
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

  coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado       
cubra de nieve la hermosa cumbre;

  marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.

 Pero el creador del tópico fue un poeta latino llamado Ausonio, que invita a cualquier joven hermosa a disfrutar de su belleza y de su juventud

Ausonio: De rosis nascentibus

The soul of the rose. Waterhouse
Lamentamos, Naturaleza, que sea efímera la bellleza de las flores
Les arrebatas rápidamente las gracias mostradas a los ojos. 
Apenas tan larga como un solo día es la vida de las rosas; 
la vejez inminente las agobia aún jóvenes.
tan pronto llegan a su plenitud, las empuja su propia vejez.
Si vio nacer una la Aurora rutilante, 
a esa la caída de la tarde la contempla ya mustia. Mas no importa: aunque inexorablemente deba la rosa rápida morir, 
ella misma prolonga su vida con los nuevos brotes. Coge las rosas, muchacha, mientras está fresca tu juventud,
pero no olvides que así se desliza también tu vida”

“Collige, virgo, rosas, dum flos novus, et nova pubes, et memor esto aevum sic properare tuum”


Robert Herrick: To the virgins,  to make much of time


Gather ye rosebud while ye may
Waterhouse
Gather ye rosebuds while ye may, 
Old time is still a-flying: 
And this same flower that smiles to-day 
To-morrow will be dying.
The glorious lamp of heaven, the sun, 
The higher he's a-getting,
The sooner will his race be run, 
And nearer he's to setting.
That age is best which is the first, 
When youth and blood are warmer; 
But being spent, the worse, and worst 
Times still succeed the former.
Then be not coy, but use your time, 
And while ye may, go marry: 
For having lost but once your prime 
You may for ever tarry
.
Coged las rosas mientras podáis,
veloz el tiempo vuela, 
la misma flor que hoy admiráis
mañana estará muerta.


Torquato Tasso

Mentre che l’aureo crin v’ondeggia intorno
a l’ampia fronte con leggiadro errore;
mentre che di vermiglio e bel colore
vi fa la primavera al volto adorno.

Mentre che v’apre il ciel puro il giorno,
cogliete, o giovinette, il vago fiore
de vostri più dolci anni; e con amore
state sovente in lieto e bel soggiorno.

 Verrà poi’l verno, che di bianca neve
 soul i poggi vestir, coprir la rosa
e le pioggie tornar aride e meste.

Cogliete, ah stolte, il fior, ah siate preste,
che fugaci son l’ore, è’l tempo lieve
e veloce a la fin corre ogni cosa.
  
Gather ye rosebud while ye may
Waterhouse


Mientras vuestro dorado cabello ondea 
en torno a la amplia frente con ligereza;
mientras que la primavera adorna vuestro rostro
sonrosándolo  con hermoso color. 
 Mientras que el cielo os abre puro el día, 
coged, oh jovenzuelas, la flor vaga de vuestros dulces años y, amorosamente, conservad un alegre y buen semblante. 
Llegará el invierno que con blanca nieve 
suele vestir las cumbres, cubrir las rosas
y las lluvias volverá arduas y tristes.
Coged, ¡oh locuelas!, la flor; estad siempre prontas,
pues, fugaces son las horas, breve el tiempo
y hacia su fin corren veloces las cosas.




 Luis Alberto de Cuenca: Collige, virgo, rosas

Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas.
Que no quede ni una. Púlele los rosales
que encuentres a tu paso y deja las espinas
para tus compañeras de colegio. Disfruta
de la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que va por los jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua, machácate de gusto
con quien se deje y no permitas que el otoño
te pille con la piel reseca y sin un hombre
(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.

Y que la negra muerte te quite lo bailado.