martes, 27 de abril de 2010

¿Poemas creacionistas?

Al amanecer el sol era violeta,
y cuando se tumbó en un campo de agua
una ardilla de dos cabezas
comió al tiburón
estaba
d
e
p
i
e .

Una lluvia de amapolas
amor
olas
caía en el blanco mar.

El volcán de hielo líquido
iluminaba el rostro
de un gnomo gigante.

El día se acabó y todo el paisaje
se convirtió en un mar de mariposas negras.


(Julián y Adrián.)


Las dunas de un fulgor azul marino
ciegan más que las verdes olas en llamas
las rojas llamas

que cortan la arena.

Dunas heridas
despiertan del letargo cambiando su color
imposible definirlo

Los pájaros que carecen de cuerpo
son sólo enormes alas magenta

Tienen el poder de entender la grandeza
del color
y la luz
de las airadas dunas.


(Borja y Sergio)




Cerca de esa montaña azul hay una puerta

dorada


El cielo es violeta
el sol verde
las nubes saben a chocolate
la hierba es rosa sobre el río


Peces de caramelo bailan y los niños tiene cabellos de arcoiris

Por la noche hasta la luna baila jotas y las estrellas cenan lentejas


Los pájaros vuelan al son de la muiñeira
los gatos ladran
los perros maúllan
y las vacas cenan postre de vainilla.

Los niños viven en las manzanas
Tienen ojos naranjas

la boca plateada

los cuerpos alargados

andan con las manos

saludan

con el pie
Llevan pendientes de azúcar y anillos de regaliz


Ellos visten pantalón corto
camisas bordadas con caramelos de limón
Ellas llevan camisas rojas
y faldas de purpurina

Esta noche hay fiesta

todos bailan
cuando pare la música

en sus camas de viento
soñarán
una fiesta sin

FIN.


(Inma Iglesias)


Pájaros gigantes desprenden plumas de colores
azules
rosas
y
naranjas
surcan cielos violetas de un paraíso divino,
que renace con la llegada del momento estelar.


Un duende verde, con su danza, da forma y orden
a los colores desplumados:
margaritas fucsias triangulares
hormigas azul turquesa ovaladas
y

extensos lagos de caramelo

Un hada amarilla dulce escupe sabores:
árboles de fresas
lunas de chocolates
y

nubes de algodón de azúcar.

Todos ellos forman una mágica creación

que termina con la llegada
de la brillante luna de cristal.

(Carla, Maite y Ana)