miércoles, 10 de febrero de 2010

El Fururismo literario.

Dinamismo de un automóvil. L. Russolo

 Un automóvil de carreras con su capó adornado de viejos tubos...un automóvil rugiente, que parece correr sobre la metralla, es más hermoso que la Victoria de Samotracia (MARINETTI).


El Futurismo nació en 1909 cuando su fundador, el italiano Filippo Tomasso Marinetti publicó en el periódico parisino Le Figaro el primer Manifiesto del Futurismo.







Grabado de una serata (velada) futurista
















Marinetti, que había pasado su primera juventud entre París y Génova, fue uno de esos histriones ególatras que popularizaron  las vanguardias. Empezó como simbolista algo bohemio, admirador de los poetas malditos del Barrio Latino de París, pero pronto decidió aprovechar la fiebre de las primeras vanguardias pictóricas (Fauvismo, Cubismo) para convertirse en el padre y teórico de una nueva: El Futurismo. Escribió, como casi todos los vanguardistas, muy pocas obras: una escandalosa novela titulada Mafarka el futurista , alguna pieza de teatro igualmente demoledora, como Electricidad sexual, y una antología poética con el onomatopéyico título Zan-tumb-tumb.
Pero su influencia en la historia de la literatura universal se debe sobre todo a sus Manifiestos, que contagiaron a pintores, músicos y arquitectos con los que compartió las famosas veladas futuristas italianas, antecedentes de los espectáculos dadaístas del Cabaret Voltaire.


Ciudad futurista ,1914


Los manifiestos se publicaban en pliegos sueltos, que los propios futuristas lanzaban sobre el público, como si fueran folletos publicitarios (que lo eran).


En literatura el Futurismo es básicamente una temática que incidía en la belleza del mundo moderno: máquinas, ruido, ciudad, velocidad, fábricas, rascacielos, aviones, multitudes urbanas en movimiento
La Guerra. G. Balla









 Era una temática que ya habían tratado el norteamericano Walt Whitmann y los “ poetas malditos” del simbolismo francés, como Baudelaire. Pero para Marinetti ( deudor de Nietzsche) la belleza no está unida al mal; la violencia, el movimiento y la fuerza son signos positivos de los nuevos pueblos y de los hombres del futuro.
Los futuristas, que aman el instinto y la fuerza,  despreciaron todo lo romántico y sentimental, simbolizado para ellos en la luna (bofetada a la luna) y en ciudades como Venecia, cuya destrucción solicitaron en 1910. Desprecian igualmente la sensibilidad ( a la que consideran una característica de la debilidad femenina) y la inteligencia. Este desprecio de los futuristas a la inteligencia será ridiculizado por el creacionista V. Huidobro
( “el músculo cuelga en los museos”).
El interés por todo lo fugaz e instantáneo les lleva a despreciar todo tipo de arte tradicional: museos, exposiciones, catedrales, universidades…en este sentido son también antecedentes de los dadaístas.

Línea de la velocidad+forma+ruido. Balla

 Se defiende, en cambio, la violencia, el militarismo y la guerra. Marinetti opinaba que “la guerra era la única higiene del mundo”, y cantó a la primera guerra mundial (en la cual participó) como el más bello poema jamás escrito.


  (Casi simultáneamente al Futurismo italiano, nace en Alemania el Expresionismo. Como veremos más adelante, el expresionismo trata la temática opuesta al Futurismo)




En cuanto a los ASPECTOS FORMALES Y ESTILÍSTICOS destacan:

 
  • La poesía fonética ( la estética de los ruidos fue una de las propuestas de los músicos futuristas). Son frecuentes las onomatopeyas y las sucesiones de fonemas sin sentido.
  • Los juegos tipográficos, aunque los desarrollarán sobre todo los poetas cubistas y creacionistas
  • La tendencia a romper la sintaxis y a suprimir la puntuación , sustituyéndola por signos matemáticos
  • * Se evitan los adjetivos, palabras consideradas retóricas que entorpecen la esencia de los sustantivos y se prefiere el uso de verbos en infinitivo. Desaparece del poema el “yo”, la primera persona.
  • A partir de 1912, Marinetti introduce la noción de “parolelibere”, palabras en libertad: antecedente de la escritura automática de los surrealistas. Resultan atractivas las composiciones de sustantivos: “multitud-resaca”, “hombre-torpedero”
  • El léxico de la velocidad, de la máquina, de la violencia y de la guerra hace que los poemas futuristas sean reconocibles.


El Futurismo italiano vio con agrado la llegada de la Primera Guerra Mundial, en la cual participó Marinetti, que poco después ingresó en el Partido Fascista y fue colaborador de Mussolini.

Pero , curiosamente, una variante ideológica opuesta al futurismo italiano fue el Futurismo ruso, cuyo principal representante fue V. MAIAKOVSKI, cantor de la Revolución rusa, que en 1912 ya había publicado su manifiesto Una bofetada a la opinión pública.

Si queréis podéis leer el más famoso poema de Marinetti titulado Canción del automóvil,
http://www.papelenblanco.com/poesia/la-cancion-del-automovil-de-marinetti.
Pero el Marinetti más "eléctrico" lo encontramos en sus manifiestos. 
Os dejo algunos fragmentos "apabullantes" extraídos de los manifiestos futuristas; desde luego suenan como los panfletos de un militante fanático...Pero algunos son casi breves poemas en prosa...y .. PESE A SUS ANTIRROMÁNTICAS DECLARACIONES, como en todo buen poema, sigue habiendo una primera persona que sigue necesitando adjetivos para expresar lo que siente.

El hombre completamente deteriorado por la biblioteca y el museo, sometido a una lógica y a una sabiduría espantosa, ya no ofrece ningún interés. Por lo tanto debemos eliminarlo de la literatura y sustituirlo finalmente por la materia cuya esencia se debe alcanzar a golpes de intuición, cosa que no podrán hacer jamás los físicos ni los químicos.

La literatura exaltó hasta hoy la movilidad penosa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso de carrera, el salto mortal, la bofetada y el puño... Nosotros queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de toda especie y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra toda vileza oportunista o utilitaria.

Nosotros cantaremos a las grandes masas agitadas por el trabajo, el placer o por el alboroto: cantaremos las mareas multicolores o polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas; cantaremos el vibrante fervor nocturno de los arsenales y de las canteras incendiadas por violentas lunas eléctricas; las estaciones glotonas devoradoras de serpientes que humean; los talleres colgados de las nubes por los torcidos hilos de sus humos; los puentes, parecidos a gimnastas gigantes que sobreponen los ríos relampagueantes al sol con un centellear de cuchillos; los navíos venturosos que husmean el horizonte, las locomotoras de ancho pecho que piafan sobre los rieles como enormes caballos de acero embridados de tubos, y el vuelo deslizante de los aeroplanos, cuyas hélices chillan al viento como banderas y parecen aplaudir como una entusiasta muchedumbre.


He aquí lo que me dijo la remolinante hélice, mientras volaba a doscientos metros sobre las poderosas chimeneas de Milán. Y la hélice añadió:
- Es necesario destruir la sintaxis, disponiendo los sustantivos al azar, tal como nacen.
- Se debe usar el verbo en infinitivo para que se adapte elásticamente al sustantivo y no lo someta al yo del escritor que observa o imagina. El verbo en infinitivo puede sólo dar el sentido de la continuidad de la vida y la elasticidad de la intuición que la percibe.
- Se debe abolir el adjetivo para que el sustantivo desnudo conserve su color esencial. El adjetivo, que tiene en si mismo un carácter matizador, es incompatible con nuestra visión dinámica, porque supone una pausa, una meditación
- Abolir también la puntuación. Al suprimirse los adjetivos, los adverbios y las conjunciones, la puntuación queda lógicamente anulada, en la continuidad variada de un estilo vivo que se crea por si mismo sin las pausas absurdas de las comas y los puntos. Para acentuar ciertos movimientos e indicar sus direcciones se emplearán signos matemáticos: + - x = ( ) y signos musicales...


Nos gritan: ¡Vuestra literatura no será bella! ¡ No lograremos las sinfonías verbales de los armoniosos balanceos y de las cadencias tranquilizantes! Por supuesto. ¡Qué suerte! Nosotros utilizaremos, por el contrario, todos los sonidos brutales, todos los gritos expresivos de la vida violenta que nos rodea. Hagamos valerosamente el bruto en literatura y matemos por todos los sitios la solemnidad.

¡Vallas publicitarias multicolores en el verdor de los campos,
puentes de hierro encadenando colinas entre sí, 
trenes quirúrgicos perforando el vientre azul de las montañas, 
enormes turbinas con cañerías, 
nuevos músculos de la tierra, 
ojalá que los poetas futuristas os enaltezcan,
porque destruís la vieja sensibilidad y los enfermizos arrullos de la tierra!
(En España, el introductor de las primeras vanguardias fue Ramón Gómez de la Serna, a través de su revista Prometeo, fundada en 1909. En ella publica , ya en 1909, el primer menifiesto futurista de Marinetti y, un año después, bajo el seudónimo Tristán, su propia Proclama futurista a los españoles.)