martes, 2 de noviembre de 2010

Estrofa sáfica: de Safo a Bécquer.



Alceo y Safo. Lawrence Alma Tadema
De ella ver quisiera su andar amable
Y la clara luz de su rostro antes
que a los carros lidios o a mil guerreros
llenos de armas...                         

  
 (Esta estrofa de SAFO es de los pocos fragmentos que se han conservado de su obra)

 Copio  cuatro rimas brevísimas de Bécquer escritas en la estrofa inventada por la poetisa griega Safo de Lesbos. Como Safo, Bécquer canta al amor con una lírica pura - sin apenas anécdota narrativa- ; y ,como Safo, sus rimas son un diálogo íntimo con la persona amada.



Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado....
¡hoy creo en Dios!




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¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía!, Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.





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¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?


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De lo poco de vida que me resta
diera con gusto los mejores años,
por saber lo que a otros
de mí has hablado.

Y esta vida mortal y de la eterna
lo que me toque, si me toca algo,
por saber lo que a solas
de mí has pensado.


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    Ësta la dejo de regalo.

 Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!
¡No pudo ser!


Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme!
¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder:
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!




  Bécquer puede parecernos hoy en día demasiado llorón y un poco cursi. Pero sus rimas, sobre todo las más breves de cuatro versos, tienen la desnudez lírica  y el minimalismo que sólo encontramos en la llamada Poesía pura.
 Y la poesía pura , en la literatura occidental, comienza con Safo de Lesbos.