lunes, 13 de febrero de 2012

El primer donjuán

 Seguro que conocéis, más o menos, la historia del Don Juan Tenorio (romántico) de Zorrilla, que  enamoró a  la novicia doña Inés con los versos más cursis de la historia de la literatura:

 Ah! ¿No es cierto, ángel de amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?
Esta aura que vaga, llena
de los sencillos olores
de las campesinas flores
que brota esa orilla amena:
esa agua limpia y serena
que atraviesa sin temor
la barca del pescador
que espera cantando el día,
¿ no es cierto, paloma mía,
 que están respirando amor?

 Este donjuán romanticón acabó salvándose gracias al amor de doña Inés...que , aunque muerta de tantos disgustos, no quiso ir al cielo y esperó a que su amado se arrepintiera de todas sus fechorías. Él se arrepintió y juntitos volaron (es literal) hacia el cielo, rodeados de flores y de ángeles.




Pero el primer donjuán es el protagonista de un drama de honor barroco titulado El burlador de Sevilla escrito por Tirso de Molina. Y en el drama de Tirso, como merece un noble tan indigno, el Tenorio acaba como tiene que acabar: yéndose derechito al infierno.

  El  personaje "español" del D.Juan gustó muchísimo en Europa. Ya en el siglo XVII Molière escribió  Dom Juan ou le festin de pierre . Pero este "personajillo"  les gustó especialmente a los románticos europeos, a los que les atraía la España "cañí", y lo convirtieron en mito. No solo a los europeos, Espronceda hace una versión de este tipo literario en El estudiante de Salamanca; y a pesar de mi desprecio absoluto por los donjuanes, el satánico Don Félix de Montemar resulta bastante atractivo.

Os voy a contar ahora el argumento de El burlador de Sevilla porque es el origen del "donjuanismo" , y os vendrá bien saberlo.

Max Slevogost.Don Giovanni.

 Primero lo presento:
  Como suele ocurrir en la tragedia barroca, estamos ante un drama histórico; está ambientado en el siglo XIV, durante el reinado de Alfonso XI. Don Juan pertenece a la nobilísima familia sevillana de los Tenorio. Su tío es embajador en Nápoles  y su padre es privado del Rey. El joven cree que, dada su alta alcurnia, puede cometer todo tipo de atropellos, sin ser castigado; le parece que tendrá tiempo suficiente para arrepentirse : ¡Cuán largo me lo fiáis!
Mientras tanto, se comporta "muy malamente", causando disgusto tras disgusto a su padre y a su tío.

Cuando empieza la acción, lo encontramos en Nápoles. Tiene que huir de Nápoles por haber "burlado" a la duquesa Isabela, en cuya habitación entró fingiendo ser el duque Octavio, su prometido.

Naufraga en playas de Tarragona y su criado lo lleva a la cabaña de una pescadora llamada Tisbea, a la que  también seduce , en este caso prometiéndole casamiento; y luego la abandona.

De regreso a Sevilla y usurpando otra vez la identidad del "novio" (esta vez  un  "amigo" suyo) consigue entrar en la casa de doña Ana de Ulloa; ella creyó estar con su amado, el Marqués de la Mota, pero cuando descubre el engaño se pone a gritar y acude su padre, el comendador Don Gonzalo de Ulloa. Don Juan lo mata y huye a  la localidad de Dos Hermanas.
( Como veis, es un donjuán muy estresado,  no para)

Allí, "por casualidad", se está celebrando una boda campesina, pero nuestro "héroe" llega a tiempo para alejar al novio con engaños y seducir a la novia deslumbrándola con sus riquezas y su (¡otra vez!) palabra de matrimonio.

Vuelve a Sevilla. Y un día encuentra en una iglesia la tumba del comendador Don Gonzalo  ( ¿os acordáis, el padre de Ana, al que él había asesinado?). Sobre la tumba, hay una estatua de piedra del comendador. A pesar del miedo de su criado Catalinón ( su criado y el gracioso de este drama de honor), don Juan se mofa de la estatua del difunto, y la invita a cenar a su casa.

  La estatua acude a la cita y don Juan cena con un "convidado de piedra" ( el teatro barroco era así de "apabullante").
 La estatua de don Gonzalo le devuelve la invitación y le pide que vaya a cenar con él en su sepulcro  ( ¡recordad que estamos en el barroco!).
Don Juan acepta; pero cuando llega, al tenderle la mano a la estatua, siente que  penetra por ella un fuego que lo mata. Grita y pide confesión. Pero muere como un réprobo. ( ¡No hay mano de doña Inés que lo salve!)

Un drama de honor

  No podemos olvidar que El burlador de Sevilla es un drama de honor, escrito por un discípulo de Lope. ¡Hay que restaurar tanta deshonra y arreglar el "desaguisado" de tanta mujer mancillada.

Final del drama
 Todos van a quejarse ante el Rey, que en los dramas de honor de Lope y su escuela es un ser casi todopoderoso que hace justicia y todo lo arregla. El Rey consigue  arreglar los desagravios y emparejar debidamente " a cada oveja con su pareja".
 El Rey siempre imparte justicia a sus súbditos :ese es el mensaje final del drama de honor de Lope y sus seguidores, como Tirso.