miércoles, 21 de noviembre de 2012

Shakespeare, de la literatura al arte: Falstaff . Paula

Falstaff
(E. von Grützner)
Falstaff, uno de los personajes más célebres de Shakespeare, fue creado para la obra Enrique IV, en cuyas dos partes aparecería. Encarna al asesor del príncipe Hal, y es un caballero gordo, borracho y fanfarrón. Acabó por convertirse en el personaje cómico por excelencia de la obra, y tuvo tanto éxito que Shakespeare lo utilizó de nuevo en Las alegres casadas de Windsor, una comedia en la que, a pesar de los 200 años de diferencia en las tramas, Falstaff vuelve a tener protagonismo. Incluso en otra tragedia histórica, Enrique V, aparece como personaje referido, al narrarse su muerte.


Falstaff con un jarro de estaño
(Grützner)

Falstaff es torpe, cobarde, vanidoso, mentiroso y libertino. Shakespeare lo describe como "el putero y ladrón", ya que, a pesar de ser el compañero de juergas del mismísimo príncipe, tiene también una faceta criminal. Pero hay algo de él que cautivó desde su primera aparición y lo ha convertido en un personaje icónico y de gran fama: su humanidad. A pesar de ser el típico antihéroe plagado de defectos, o quizá gracias a ello, siempre despierta la risa (con él y de él) de los espectadores. A pesar de que algunos de sus actos resulten repulsivos, y su cobardía y sus engaños no sean dignos de admirar, Falstaff es, aún así, vividor y vitalista. Reconoce sin complejos su pasión por la vida, y trata de vivirla hasta el límite. Falstaff es, aun con todos sus defectos, la encarnación de la propia humanidad.


Falstaff y Mrs. Quickly
(Stephanoff)

Hay muchas dudas sobre el origen de este personaje, aunque tiene cierta relación con el Miles gloriosus de Plauto. También es paralelo al Polonio de Hamlet, ya que es asistente de la corte, aunque Falstaff es mucho más profundo y excesivo y tiene una relación mucho mejor con el príncipe. Además, no tiene que ver en que es un personaje de comedia, creado para hacer reír. 



Falstaff examinando a sus reclutas
(Hogart)
Convertido ya en un icono, Falstaff inspiró a personajes de otras obras, y fue representado en cuadros (aunque no famosos, en unos cuantos; es curiosa la cantidad de versiones que pintó Grützner, un autor alemán).

También inspiró a muchos músicos, ya que hay muchas obras basadas en este personaje, de las que sobresalen las óperas de Salieri (1799) y, sobretodo, de Verdi (1893). Este compositor ya había escrito Otelo y Macbeth sobre obras de Shakespeare. Falstaff sería su última ópera.


Falstaff con un vaso de vino
(Grützner)