Basadas
en la obra original, el argumento de Hamlet tuvo diversas reproducciones en los
ámbitos artísticos: desde películas de casi cuatro horas, hasta una versión
Disney personificada con una manada de leones. La obra de Shakespeare es un
referente en la cultura actual, llevada al cine y a las pequeñas pantallas de
televisión.
La
versión que vimos en clase, es la de Franco Zeffirelli, grabada en 1990. Esta
versión, si bien está muy ajustada al texto original y la escenografía es
impresionante, el orden cronológico del libreto original se desvía en algunas
escenas. El reparto, personalmente, es uno de los mejores en esta versión: Mel
Gibson como el príncipe Hamlet, Glenn Close como la reina Gertrudis, mi querida
Helena Bonham-Carter como Ofelia, Nathaniel Parker como Laertes, Alan Bates
como el rey Claudio y Stephen Dillane como Horacio. Aunque no a muchos les
gusta la actuación de Gibson en la piel de Hamlet, personalmente, me gusta la
profundidad de sus ojos azules que transmiten cierta tristeza, en mi opinión. A
veces, son un poco “sobreactuadas” las escenas dramáticas, aunque la locura de
Bonham-Carter realza la belleza del propio personaje, Ofelia, mi favorita en
toda la obra.
Otra
versión, que es la más larga, es la dirigida y representada por Kenneth Branagh
(mi querido profesor Lockhart en las películas de Harry Potter), filmada en
1996. Esta versión es la más extensa, ya dura nada menos que cuatro horas. Es
la mejor adaptada, más ajustada a diálogo y representación, pues en comparación
con las demás versiones, incluye todas las escenas de la obra. En esta
adaptación, Kenneth Branagh, que interpreta a Hamlet, se muestra incluso más
relajado y tranquilo que el puesto en escena por Gibson. Personalmente, aunque
es uno de mis actores favoritos, no me cuadra muy bien en este papel. En este
reparto, están actrices como Kate Winslet interpretando a Ofelia, Julie
Christie como la Reina, o Derek Jacobi como el Rey Claudio. Con las buenas
críticas recibidas, a pesar de su duración, Branagh dicidió hacer una versión
de 130 minutos, en vez de los 232 minutos originales.
Durante
la década del 2000, se crearon varias películas, que comparten argumento,
basado en la actualidad. Así, existe la versión de Michael Almereyda, de ese
mismo año (2000) y situada en la ciudad de Nueva York. Más conocido aún, el capítulo
de la serie Los Simpsons, donde Bart interpreta cómicamente al príncipe Hamlet,
y Homer al Rey. Finalmente, la versión más conocida, y a la vez, más
desapercibida con su relación a Shakespeare: El Rey león. Esta versión Disney,
parte de la infancia de casi todos los niños de los noventa, relata la traición
de Scar a su hermano Mufasa, para conseguir el reino de la manada. Mientras
tanto, Simba, hijo de Mufasa, creyendo que él es el culpable huye lejos de los
dominios de su clan. Esta adaptación, además de ser de dibujos animados, está
ligeramente modificada de la historia original, pero la línea básica argumental
es la misma.
Además
de todas estas películas, hubo varias miniseries de televisión, e
interpretaciones en el teatro. Pero sin duda, éstas son las versiones más
reconocidas por todo el público, tanto adultos como niños.