lunes, 26 de octubre de 2009

Edipo


Edipo es hijo del rey de Tebas. El Oráculo de Delfos había augurado a su padre, Layo, que cuando su hijo creciera le daría muerte y desposaría a su mujer. Layo, queriendo evitar tal destino, ordenó a uno de sus súbditos que abandonara al recién nacido en el monte Citerón; antes, le había atado despiadadamente los tobillos. Pero el siervo, compadecido, se lo entregó a uno de los pastores del rey Pólibo de Corinto, quien lo llevó a su amo.
La esposa de Pólibo , reina de Corinto, se encargó de la crianza del bebé, llamándolo Edipo, que significa ‘de pies hinchados’ por haber estado colgado.
Al llegar a la adolescencia, Edipo, por habladurías de sus compañeros de juegos, sospechó que no era hijo de sus pretendidos padres. Para salir de dudas visitó el Oráculo de Delfos, que le auguró que mataría a su padre y luego desposaría a su madre. Edipo, creyendo que sus padres eran quienes lo habían criado, decidió no regresar nunca a Corinto para huir de su destino.
Emprende un viaje y, en el camino hacia Tebas, Edipo encuentra a un hombre poderoso en una encrucijada; discuten por la preferencia de paso y lo mata sin saber que era Layo, rey de Tebas, y su propio padre.
Cuando Edipo llega a Tebas, encuentra el país aterrorizado por la esfinge, un monstruo que devoraba a los caminantes y daba muerte a todo aquel que no pudiera adivinar sus acertijos. El acertijo que le propuso a Edipo fue «¿cuál es el ser vivo que camina a cuatro patas al alba, con dos al mediodía y con tres al atardecer?»; Edipo respondió correctamente que ese ser es el hombre. Furiosa, la Esfinge se suicida lanzándose al vacío y Edipo es considerado el salvador de Tebas.
Como premio, Edipo es nombrado rey y se casa con la viuda de Layo, Yocasta (sin saber que es su verdadera madre). Tendrá con ella cuatro hijos: Polinices, Eteocles, Ismena y Antígona.
Poco después, una terrible plaga cae sobre la ciudad. El oráculo de Delfos advierte que la causa de la peste es el asesino de Layo; porque no ha pagado por su crimen y contamina con su presencia a toda la ciudad.
Edipo, como rey de Tebas,emprende las averiguaciones para descubrir al culpable, y gracias al adivino Tiresias y a sus mensajeros, descubre que en realidad él es hijo de Yocasta y Layo y que él mismo es el asesino que andaba buscando.
Al saber Yocasta que Edipo era en realidad su hijo, se da muerte, colgándose en el palacio. Horrorizado, Edipo se quita los ojos con el broche del vestido de Yocasta y abandona el trono de Tebas, escapando al exilio.

Edipo rey, tragedia de Sófocles

La obra sobre Edipo más famosa e influyente es la tragedia Edipo Rey escrita por Sófocles en el siglo VaC.
Al principio de la obra aparece un grupo de suplicantes, jóvenes y ancianos de la ciudad de Tebas,(o de Cadmo, su fundador), postrados ante los pies de Edipo; reconocen que es un buen gobernante y que ha salvado la ciudad de las garras de la Esfinge,pero suplican a Edipo que ponga fin a la terrible epidemia que azota a la población.
Edipo tratará de averiguar la causa de la peste, enviando a Creonte (hermano de la reina Yocasta) a Delfos para consultar al oráculo. Creonte transmite a Edipo, y al pueblo de Tebas, el vaticinio del oráculo: el culpable de la epidemia es el asesino del antiguo rey tebano, Layo. Edipo toma entonces la determinación de buscar sin descanso al asesino y de castigarlo muy duramente en caso de encontrarlo, sin saber que estaba cavando su propia tumba.
A partir de este momento, el protagonista hará todo lo posible por descubrir la verdad, aunque varios personajes, entre ellos Tiresias y Yocasta, tratarán de hacerle desistir de tal propósito. Pero, a pesar de todo esto, Edipo seguirá desentrañando el caso hasta darse cuenta de que él es el asesino del rey Layo y- como habían predicho los oráculos- ha matado a su propio padre, y se ha casado con su verdadera madre , con la que ha tenido cuatro hijos.
En la obra, el pueblo tebano, (representado en el coro), cobrará un papel muy importante, opinando sobre todo las decisiones que toma Edipo y lamentando su desgraciado destino.
La obra termina con una sentencia final del Corifeo, que resume la temática de esta tragedia:
Habitantes de Tebas, mi patria, mirad, éste es Edipo, quien resolvía los famosos enigmas y era el hombre más preeminente, envidiado a causa de sus éxitos.¿Quién entre sus ciudadanos no vivía con la mirada fija en él? ¡A qué enorme oleaje de espantosas desgracias ha venido a dar! De modo que nadie considere feliz a quien todavía tiene que morir, sino que le debe examinar con toda atención todos los días de su vida incluido el último en que vea la luz, hasta que franquee el límite de su vida sin haber sufrido nada doloroso.

JULIÁN NIETO CODESIDO