martes, 23 de marzo de 2010

Ana Karenina



Anna Karénina, novela del escritor ruso León Tolstói, fue publicada por primera vez en un folletín en la revista rusa "El mensajero ruso", pero su publicación no llegó a concluirse a causa del desacuerdo de Tolstói con su editor sobre el final de la novela. Por lo tanto, la primera edición completa del texto apareció en forma de libro.

La novela es considerada una de las obras señeras del Realismo. Para Tolstói, Ana Karenina fue su primera verdadera novela. La apariencia física del personaje que da nombre a la obra parece estar inspirada en Maria Hartung, primogénita del poeta ruso Aleksandr Pushkin.

Aunque muchos críticos calificaron la obra en el momento de su publicación como un "romance de alta sociedad", Fiódor Dostoyevski declaró que era una "obra de arte". Vladimir Nabokov secundó esta opinión, admirando sobre todo la "magia del estilo de Tolstói" y la figura del tren, que se introduce ya en los primeros capítulos (los niños jugando con un tren de juguete), desarrollada en capítulos siguientes (la pesadilla de Anna) hasta llegar al majestuoso final.


ARGUMENTO

La historia está dividida en ocho partes. Comienza con una de las frases más citadas: «Las familias felices son todas iguales; las familias infelices lo son cada una a su manera».

Ana Karenina fue una dama de la alta sociedad rusa, casada con un funcionario de San Petersburgo, que llegó a Moscú con una misión especial; ayudar a su hermano, Esteban Oblonsky,a hacer las paces con su esposa, Dolly, que acababa de enterarse de que él le había sido infiel con la institutriz de los niños. Durante el camino Ana conoció a una señora que iba a Moscú a visitar a su hijo, que era el conde Wronsky. En la estación del ferrocarril Anna conoce al conde Wronsky, el cual le atrajo desde el primer instante y éste en ese momento quedó perdidamente enamorado de Ana.

Después de arreglar los problemas de su hermano, Ana se marchó a San Petersburgo para evitar los celos de Kitty, hermana de Dolly, quien estaba enamorada de Wronsky. Éste al enterarse de que Ana se había marchado a San Petersburgo decidió ir detrás de ella en el mismo tren, donde se encontraron y él le hizo su declaración de amor. Ana trató de rechazarlo, deseando controlar los sentimientos de amor despertados ne su interior.

En San Petersburgo, Wronsky siguió buscando el amor de Ana, la cual tiempo después se lo concedió. En esos momentos la pasión desenfrenada de ambos no tenía tiempo ni lugar y por eso buscaron cualquier instante para encontrarse. Esta relación no pasó desapercibida en la sociedad, lo que hizo que Karenin, el esposo de Ana, sospechara del romance. Karenin decidió enfrentar la realidad, preguntándole a Ana si existía algo entre ella y el conde Wronsky, a lo cual ella le respondía con evasivas.

Tiempo después, Ana quedó embarazada de Wronsky lo que le provoco una profunda depresión. Karenina le contó a su amante sobre su estado y las preocupaciones con respecto a la reacción de Karenin a la hora de enterarse. El conde al ver su estado de angustia le propuso un plan de fuga, pero élla lo rechazó. Meses después Ana dio a luz a una hermosa niña. El parto casi le provoca la muerte y es cuando le confeso todo a su esposo pidiendole perdón, el cual se lo concedió.

Después de mejorarse Ana, Wronsky, ella y la niña se fueron de viaje al extranjero y vivieron una temporada en Italia. Algunos meses después ellos regresaron a Rusia y se instalaron en el campo, donde vivieron un tiempo. Durante esa época las preocupaciones de Ana y Wronsky sobre su estado social y legal fueron en aumento. Hasta que el conde pidió al hermano de Ana que estaba de visita en su casa, que hablara con Karenin sobre la posibilidad de un divorcio y la restauración de los derechos legales de Ana sobre su hijo Sergio. Esperando el divorcio los protagonistas de la novela se marcharon a San Petersburgo, donde se desencadenaron los celos y la crisis neurótica de Ana. El silencio de Karenin agravó la crisis emocional de ella. Durante esa penosa estancia en la ciudad, el amor desenfrenado que Ana sentía por Wronsky se convirtió en una obsesión enfermiza, ya que a cada instante que él no se encontraba con ella, se lo imaginaba con otra mujer.

Finalmente, sin esperar la respuesta de Karenin ellos decidieron marcharse al campo, pero antes Wronsky tuvo que ir a ver a su mamá. Esto enloqueció a Ana ya que creía, que estaba con otra mujer, ayudado por su madre. Karenina decide ir a la casa de la vieja condesa para confirmar sus sospechas, las cuales no tenían base alguna ya que el conde le era fiel a su amor y ella era la única mujer de su vida. Durante el viaje hacia la casa de la madre, Ana seguía abrumada con sus pensamientos negativos acerca de que la vida para ella no tenía valor alguno y que Wronsky ya no la quería. En una de las paradas que hizo el tren, Ana baja pensando en su situación y concluye que la única salvación para ella era la muerte. Y al pensar eso, caminó lentamente hacia la vía del tren, donde se inclinó hacia las fauces de la locomotora, la cual terminó cruelmente con su existencia. Cuando Wronsky se enteró del accidente, se quedó muerto en vida por el impacto emocional y decide abandonarlo todo marchándose a la guerra.


jessica Cárdenas García