jueves, 3 de mayo de 2012

Charles Baudelaire



BAUDELAIRE nace en París en 1821. Tiene seis años cuando su padre, un sacerdote que había colgado los hábitos convertido en funcionario, muere sexagenario. Su madre se vuelve a casar poco después con Aupick, un oficial que llegará a ser general comandante de la plaza fuerte de París. El niño siente aversión por este padrastro .
Después del bachillerato, rechaza entrar en la carrera diplomática que era el deseo de su familia . Quiere ser  escritor y frecuenta la bohemia galante del Barrio Latino.  En 1841, su familia, bajo la presión del general Aupick, lo envía a un viaje por los Mares del Sur,  a bordo de un navío mercante donde escribió "El albatros". Pero Charles Baudelaire no quiere probar la aventura en el confín del mundo, sólo desea la gloria literaria , y durante una escala en la Isla de la Reunión, no acude a presencia del capitán y vuelve a París a tomar (puesto que ha alcanzado su mayoría de edad)  posesión de la herencia paterna.
Se une a Jeanne Duval, una actriz mulata la cual, a pesar de frecuentes desavenencias , seguirá siendo su amante durante casi toda su vida. 

Retrato de Jeanne Duval. Manet

Amigo de Théophile Gautier, de Gérard de Nerval y Théodore de Banville, participa en el movimiento parnasiano, juega a ser dandy, y contrae incalculables deudas, dilapidando su pequeña fortuna comprando obras de arte, antigüedades, objetos extravagantes y malgastando su dinero en los lujosos prostíbulos del Barrio Latino.

Mayo de 1843, Hotel Pimodan, en el Quai d’Anjou, uno de los más famosos de la época. Charles Baudelaire ocupa dos habitaciones (más retrete) por las que paga trescientos cincuenta francos. Todo, incluso el techo, está empapelado de rojo; hay una única ventana con cristales sin esmerilar “para poder ver el cielo”. Sillones y divanes de tamaños extrañamente titánicos, forrados en seda. La colección completa de los Hamlet de Delacroix sujeta a las paredes con clavos y una mesa ovalada, también gigantesca, de nogal macizo, sobre la que se come y sobre la que se van haciendo Las Flores del Mal.   (Julieta Valero)

Su vida disipada y sus excentricidades son tales que su madre y el general Aupick obtienen en 1844 del Tribunal que sea sometido a un consejo judicial. Baudelaire no se repondrá de esta humillación. Privado de recursos, no cesará desde entonces de evitar los acreedores, mudándose, escondiéndose en casa de sus amantes.

Baudelaire.Courbet
 Pero trabaja sin descanso sus poemas e intenta ganarse la vida como crítico de arte, publicando artículos en varios periódicos de París.
Una primera obra marca sus comienzos como crítico de arte; una loa a su amigo el pintor Delacroix. Ese mismo año, una tentativa de suicidio le reconcilia provisionalmente con su madre. 
En 1846, descubre la obra de E.A. POE, ese maldito , ese otro incomprendido que se le asemeja y, durante diecisiete años, va a traducir su obra y  a darla a conocer en Francia y Europa.

En 1857, la publicación de Las Flores del Mal , juzgadas obscenas, causan escándalo en París.  Baudelaire debe pagar una fuerte multa. Amargado, incomprendido,  se aísla aún más.
Todos los imbéciles de la burguesía que pronuncian las palabras inmoralidad, moralidad en el arte y demás tonterías me recuerdan a Louise Villedieu, una puta de a cinco francos, que una vez me acompañó al Louvre donde ella nunca había estado y empezó a sonrojarse y a taparse la cara. Tirándome a cada momento de la manga, me preguntaba ante las estatuas y cuadros inmortales cómo podían exhibirse públicamente semejantes indecencias. (Baudelaire)

Su salud comienza a deteriorarse Se ahoga, sufre crisis gástricas y una sífilis , contraída diez años antes, reaparece. Para combatir el dolor, fuma opio, toma éter. Físicamente, es una ruina. 
París: Montmartre de noche. Pisarro
Escribe los Poemas en prosa  y la colección de ensayos titulada Los Paraísos artificiales, estudio sobre los efectos del vino, del opio y del hachís.
Preguntad al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo cuanto huye, a todo cuanto gime, a todo cuanto habla, preguntad qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, os responderán: ¡Es hora de embriagarse! Para no ser esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaos sin cesar! ¡Con vino, con poesía o con virtud, como queráis!

En 1866, durante una estancia en Bélgica, un ataque lo paraliza y lo deja casi mudo. Agoniza durante un año; sus amigos, para ayudarle a sobrellevar el dolor, acuden junto a su lecho a interpretarle Wagner. Se apaga a los 46 años, el 31 de agosto de 1867, en los brazos de su madre.

Sus obras más importantes son:

Las Flores del Mal
Baudelaire buscaba con Las Flores del Mal la superación del espíritu romántico y parnasiano, y ello conllevaba el desprecio de aquellos ideales que habían gobernado el arte hasta el momento. Las Flores del Mal simboliza, ya su título lo indica, la superación de Werther y su anquilosada manera de entender la belleza. Las Flores del Mal iba originalmente a llamarse Las Lesbianas (por considerar el autor a ésta como la forma más infructuosa del amor) . 
 Desde el poema prólogo "Epígrafe para un libro condenado" , el poeta de las Flores del Mal habla con un lector compañero en el pecado, como haría en los Paraísos Artificiales.
Pero Las Flores del Mal huye de otros muchos tópicos de la poesía romántica. La obra posee una estructura  sólidamente construida, y responde a un plan rigurosamente calculado. Baudelaire era minucioso, casi obsesivo, había que hallar el símbolo preciso, la sinestesia precisa. Las Flores del Mal es una compleja «teoría de correspondencias» en la cual nada es llevado por el azar, y todo debe provocar sugerencia, como la música.
París: Avenida de la ópera. Pisarro


Los Paraísos artificiales

Con influencias de las “Confesiones de un inglés comedor de opio” de Thomas de Quincey, estos Paraísos artificiales de Charles Baudelaire configuran un ensayo del que el autor galo estaba más que satisfecho, considerando incluso el libro su obra más perfecta.
 Como experto en consumo de drogas,  carga contra los efectos del opio (y también contra el hachis) y festeja en cambio el consumo de alcohol; en especial alaba los efectos del vino.

Al contrario que el opio o el hachís, que no evoca imágenes más allá del despotismo y debilita la voluntad, afirma Baudelaire en su libro que “el vino exalta la voluntad, el hachís la aniquila".El vino constituye un soporte físico, el hachís es un arma para el suicidio. El vino hace que el hombre sea sociable. El hachís lo aisla. El vino es útil, produce resultados fructíferos. El hachís no sirve ni conduce a nada”.


El hombre que sólo bebe agua esconde algún secreto a los demás...
 El vino es parecido al hombre: nunca se sabrá hasta que punto es posible apreciarlo
 y despreciarlo, amarlo y odiarlo, ni de cuántas acciones sublimes o delitos horribles
 llega a ser capaz. No seamos, pues, más crueles con él que con nosotros mismos y 
tratémosle como a nuestro igual”



El primer poema de Las Flores del Mal

Epígrafe para un libro condenado

Lector apacible y bucólico,
Sobrio e ingenuo hombre de bien,
Tira este libro saturnal,
Orgiástico y melancólico.
Si no has estudiado retórica
Con Satán, el astuto decano,
¡tíralo!, no entenderías nada,
o me creerías histérico.
Mas si, sin dejarse hechizar,
Tus ojos saben hundirse en los abismos,
Léeme para aprender a amarme;
Alma singular que sufres
Y vas buscando tu paraíso,
¡compadéceme!… si no, ¡te maldigo!

El famoso soneto: Correspondencias 

La Nature est un temple où de vivants piliers
Laissent parfois sortir de confuses paroles;
L'homme y passe à travers des forêts de symboles
Qui l'observent avec des regards familiers.

Comme de longs échos qui de loin se confondent
Dans une ténébreuse et profonde unité,
Vaste comme la nuit et comme la clarté,
Les parfums, les couleurs et les sons se répondent.

Il est des parfums frais comme des chairs d'enfants,
Doux comme les hautbois, verts comme les prairies,
- Et d'autres, corrompus, riches et triomphants,

Ayant l'expansion des choses infinies,
Comme l'ambre, le musc, le benjoin et l'encens,
Qui chantent les transports de l'esprit et des sens.


La creación es un templo donde vivos pilares
hacen brotar a veces vagas voces oscuras;
por allí pasa el hombre a través de bosques
de símbolos , que le observan con ojos familiares.

Como ecos prolongados que a lo lejos se confunden
en una tenebrosa y profunda unidad,
inmensa cual la noche y cual la claridad,
perfumes y colores y sonidos dialogan.

Laten frescas fragancias como carnes de niños,
verdes como praderas, dulces como el oboe,
y hay otras corrompidas, gloriosas y triunfantes,

que tienen la expansión de las cosas infinitas,
como el almizcle, el ámbar, el incienso, el aloe,
que cantan los éxtasis del alma y los sentidos.

Versión de Ignacio Caparrós

http://www.baudelaire.galeon.com/


JULIÁN Y ADRIÁN