domingo, 14 de noviembre de 2010

Calíope, la mayor de las nueve musas.

Las musas. Henri Denise
 Las musas son divinidades femeninas de la mitología griega que tienen virtudes proféticas e inspiran a los filósofos y a los poetas Canta, musa, la cólera de Aquiles...así comienza Homero la Ilíada.   Nacieron de nueve noches seguidas de amor entre Zeus y una titánide llamada Mnemósine.Así que las musas son nietas de los dioses primigenios Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra).Calíope, ''la de la bella voz'' es la musa de la poesía épica y la elocuencia. Se le presenta con las características de una muchacha de aire majestuoso, llevando una corona dorada, emblema que según Hesíodo indica su supremacía sobre las demás musas. Se adorna con guirnaldas, llevando una trompeta en una mano y un poema épico en la otra.
Como las demás musas, Calíope es hija de Zeus y Mnemósine (la Memoria). Se casó con Eagro y con él fue madre de Orfeo, Marsias y Lino, si bien también se dice que el padre de este último fue Apolo. Con Estrimón, uno de los oceánidas, fue madre de Reso, un rey tracio que murió en la Guerra de Troya el día siguiente de su llegada.
Estrabón afirma que fue madre con Zeus de los Coribantes. Algunas fuentes le atribuyen la maternidad de Himeneo, dios de los espondales y del canto nupcial, si bien otras afirman que era hija de Clío o Urania.
Se dice que Calíope quedó prendada de Heracles y le enseñó el modo de reconfontar a sus amigos cantando en los banquetes. En otra ocasión Zeus le encargó la resolución de la embarazosa disputa entre Afrodita y Perséfone por la custodia (y disfrute) de Adonis. La resolvió decidiendo que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año con quien él eligiera. Adonis siempre escogió a Afrodita porque Perséfone era la diosa fría e insensible del inframundo.
Urania y Calíope. Simón Vouet
Las musas son ninfas relacionadas con ríos y fuentes. Engendradas por Zeus y Mnemósine, según Hesíodo; o por Urano y Gea, según alguna otra versión, como la del poeta Alcmán.
Son capaces de inspirar toda clase de poesía, así como de narrar a un tiempo el presente, el pasado e incluso el futuro, dadas sus virtudes proféticas.
El número de estas deidades también admite variantes (tres, siete, etc..), pero fue Hesíodo el primer poeta que, en su Teogonía, citó un total de nueve, dándoles además estos nombres que, en griego, tienen un significado concreto:
Calíope: Es la primera de todas en dignidad, la que ocupa un lugar de honor en el cortejo. Según Hesíodo, es la que asiste a los venerables reyes. Enseñó el canto a Aquiles, el famoso héroe griego de la Guerra de Troya, y es la protectora de la poesía épica.
Clio. Pierre Mignard
Louis-Jean François Lagrende
Clío: Se le atribuye la Historia; de hecho, en las representaciones clásicas suele aparecer con un rollo de escritura en sus manos.
Érato: Es la musa de la lírica coral, especialmente de la poesía amorosa, y por ello su principal atributo es una lira, aunque en ocasiones aparece con el dios Amor a sus pies.
Euterpe: Relacionada con el arte de tocar la flauta.
Melpómene: Como musa de la tragedia aparece representada con la máscara trágica y la maza.
Polimnia: Se le atribuye el arte de la pantomima, esto es, la mímica. En las representaciones era frecuente verla en actitud de meditación, apoyando los codos en un pedestal o roca con un dedo sobre la boca.
Talía: Protectora de la comedia. Se la representaba como una joven risueña coronada de hiedra, con la máscara cómica y un cayado de pastor como atributos.
 Terpsícore: A esta musa se le asignaban la poesía ligera y, sobre todo, la danza, así que era representada con una lira en situación de acompañar con su música a los coros de danzantes.  Urania: es la musa de la astronomía. 
Las musas son las cantadoras divinas que con sus coros e himnos deleitan a los Zeus y a los demás dioses en el Olimpo, su morada, bajo la dirección de Apolo. Otra veces descienden a la Tierra, actuando de mediadoras entre lo divino y los seres humanos gracias a la inspiración que transmiten a los poetas, proporcinándoles el conocimiento de lo Eterno.

Hay que destacar el culto que se les rindió en Tracia, concretamente en Pieria, cerca del monte Olimpo (de ahí que en ocasiones reciban el nombre de Piérides) y en Beocia, en las laderas del monte Helicón. En este último lugar es donde cuenta Hesíodo que se le aparecieron y, dándole una vara de laurel a modo de cetro, le encomendaron componer su obra Teogonía.

En su condición de inspiradoras de toda clase de Arte, son invocadas por los poetas al comienzo de sus obras para que les proporcionen las palabras adecuadas y les muestren los hechos verdaderos.


http://www.youtube.com/watch?v=CMPeKhL0-q8&feature=related

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Marta Sancha