domingo, 26 de febrero de 2012

Alquimia, ciencia y Victor Frankenstein- Paula

Frankenstein o el moderno Prometeo está considerada la primera novela de ciencia-ficción de la historia de la literatura. En las obras de este género se plantean cuestiones éticas, surgidas con el desarrollo de la tecnología y la ciencia.

Fotograma de La novia de Frankenstein
(Boris Karloff, 1935)

Si Victor Frankenstein hubiera existido de verdad, sus avances no habrían sido un hecho aislado. En la propia obra se cuenta que se inspiró en muchos autores, científicos y alquimistas anteriores, que no fueron ficticios sino reales. Lo realmente sorprendente de este asunto es cómo Mary Shelley, siendo una chica de tan solo 18 años, tuviera tanta documentación sobre este tema. 

En realidad, fue muy ayudada por su marido Percy; a él y a Polidori, el médico que junto a Lord Byron les acompañó en Villa Diodati cuando se gestó la novela, les encantaba hablar de las investigaciones de Galvani y Erasmus Darwin sobre la electricidad y su posible poder para revivir cuerpos. (De hecho, la electricidad era una de las grandes aficiones de Shelley: durante su infancia y adolescencia era temido entre sus hermanos y compañeros por su tendencia a hacer experimentos con corriente eléctrica).


  Cuando tenía 13 años, en una visita con su familia al balneario de Thonon, Víctor descubre, por casualidad en la posada, las obras de Cornelio Agripa; tras leerse toda su obra, se interesará también por las de Paracelso y Alberto Magno.

    
    C. Agripa
  • Cornelio Agripa fue un alquimista alemán de la época del Renacimiento. Humanista perseguido por la Inquisición, se le consideró el mayor maestro de las ciencias ocultas de su tiempo. Fue un hombre muy activo (se dedicó a la "ciencia", a la magia, a las leyes, a la medicina, a la estrategia militar...) y su obra Filosofía oculta sería muy leída por sus sucesores. En ella defiende su teoría de interconexión entre todos los fenómenos y saberes, tanto terrestres como celestes, además de describir "trucos", amuletos y demás cosas relacionadas con la nigromancia. Para él, las ciencias ocultas eran el camino a seguir para alcanzar a Dios (influencia del Neoplatonismo). [Es bastante curioso de este hombre su feminismo, que argumenta incluso recurriendo a la Biblia: ¿Acaso no sería poco razonable o absurdo que Dios terminara tan magnífica obra con una cosa imperfecta?]

    
    Paracelso
  • Paracelso fue un médico, alquimista y astrólogo suizo. También tuvo mucha influencia en científicos posteriores; en este caso su fama se debió a que aseguraba haber sido capaz, mediante procesos alquimistas, de transformar plomo en oro. Sobre todo se dedicó a investigar minerales, con los que creó medicamentos para las distintas enfermedades que estudiaba.



    
    A. Magno
  • Alberto Magno fue anterior. Era un obispo alemán que, en el siglo XII, se dedicó a clasificar y a traducir textos antiguos, añadiendo comentarios y experimentos suyos (que para él consistían sólo en observar la naturaleza), sobretodo en el campo de la química y la medicina. Fue canonizado en el siglo XX y hoy en día es, para la Iglesia Católica, el patrono de las ciencias naturales, químicas y exactas.







Cuando Frankenstein tiene la oportunidad de estudiar, es enviado a la Universidad de Ingolstadt. Ésta tenía ya unos 300 años y bastante prestigio, sobre todo para el estudio de la ciencia. Ya en el siglo XVIII se habían construido un laboratorio de química, un jardín botánico y una sala para prácticas de anatomía. También aquí nació, a finales de este siglo, la sociedad secreta de los Illuminati.

Al llegar a Ingolstadt, Frankenstein tiene en la cabeza todas las teorías de los alquimistas; de hecho, aunque es consciente de sus carencias, las ve bastante mejor que la ciencia moderna:

[...] ya hacía tiempo que consideraba inútiles a aquellos autores [...]. Por otro lado, las tesis de la filosofía natural moderna me inspiraban un profundo desprecio. Eran tiempos muy distintos aquellos en los que los maestros de la ciencia buscaban la inmortalidad y el poder; sus objetivos, aunque estériles, eran grandiosos. Pero ahora el panorama había cambiado. La ambición del investigador parecía limitarse a aniquilar aquellas expectativas en que se había basado fundamentalmente mi interés por la ciencia. Se me exigía que cambiara unos sueños de infinita grandeza por unas realidades de insignificante valor.

Pronto sus profesores le convencerán de que la alquimia es una disciplina arcaica e inexacta (Los antiguos maestros de esta ciencia prometieron cosas imposibles y nada consiguieron). Es entonces cuando Victor comenzará a estudiar la ciencia de su tiempo y a especializarse en química, más concretamente en fisiología. En la obra no se explica muy bien cómo, pero tras mucho estudiar consigue descubrir "la causa de la generación y la vida": será cuando comience con su obra, crear al monstruo. Tampoco especifica cómo consigue "infundir una chispa de ser" al cuerpo, pero todo indica que lo hizo utilizando la electricidad.




La electricidad era un fenómeno ya conocido desde la Antigüedad griega, pero no fue estudiado sistemáticamente hasta el siglo XVII y, sobre todo, el XVIII. Los primeros científicos que hicieron avances significativos en esta rama de la Física serían Volta (en su honor se le llamó a la unidad de potencial Voltio [V]), Coulomb (que daría nombre al Culombio [C]), Franklin y Galvani.



Billete con el retrato del presidente Franklin
  • Benjamin Franklin fue un ilustrado estadounidense, de hecho, uno de los fundadores del país. Pero no sólo se dedicó a las humanidades y a la política: en ciencia, se centró en estudiar los fenómenos eléctricos, con el experimento de la cometa (que le hace su padre a Victor cuando éste descubre la electricidad) y su invento más famoso, el pararrayos. Los padres de Mary Shelley frecuentaban círculos de amigos de Franklin y a Percy Shelley le encantaba estudiarlo.

Galvani
  • Luigi Galvani era médico. Cuando un día estaba diseccionando una rana, transmitió sin quererlo corriente de su bisturí a las patas, y descubrió cómo éstas se movían como si estuvieran vivas. Tras ello, se dedicó a estudiar la electricidad animal junto a su sobrino, Giovanni Aldini. A partir de entonces, se empezó a usar el término galvanismo para referirse a ciertos fenómenos, relacionados sobre todo con la electricidad y sus usos fisiológicos.


    
    Dibujo sobre el experimento de Galvani

    Aldini
  • Aldini fue más allá que su tío. Siguió la teoría de que la electricidad podía devolver la vida a cuerpos muertos, y se dedicó a intentar revivir cadáveres de condenados a muerte. Pero como en Italia éstos eran decapitados y no podía disponer del cuerpo entero, probó suerte en Inglaterra, donde incluso consiguió abrir los ojos de un muerto. En ambos países sus experimentos eran como espectáculos de los que disfrutaba la gente pudiente; acabaron siempre en fracaso.



Caricatura de un cuerpo galvanizado
Mary Shelley pudo basarse en todos estos científicos, y muchos más, para escribir su obra. Por ejemplo, Erasmus Darwin, abuelo de Charles Darwin, fue un botánico y fisiólogo que también experimentó con el galvanismo. O Andrew Crosse, un científico "maldito" que trabajaba con electricidad y aseguraba haber provocado el nacimiento de insectos en los minerales en los que trabajaba (aunque sus experimentos los llevara a cabo mucho después de la obra, por aquel entonces ya ofrecía conferencias sobre las posibilidades de la electricidad).


Y eso es todo. Frankenstein fue escrita al comienzo de la Revolución Industrial, pero, como toda obra de ciencia-ficción, va alertando sobre los peligros que puede tener la ciencia y la tecnología, o al menos el uso irresponsable de ellas. Aunque la verdad es que han pasado doscientos años y aún no se ha dado ningún caso como el del libro. Menos mal...