Ariadna en Naxos. Evelyn De Morgan |
Hoy os decía que el
personaje de Ariadna aparece con más frecuencia en la poesía lírica que en la
tragedia.
Nietzsche, quien además de filólogo-filósofo fue un
magnífico poeta, escribió un poema titulado El
lamento de Ariadna , incluido en el libro Ditirambos de Dionisos. Recordad que tras
ser abandonada por Teseo en la isla de NAXOS se enamoró de ella DIONISOS (¡¡¡ Perdón por equivocarme de isla y de dios!!!)
Nietzsche (que solía llamar Ariadna a su
amada Cósima Wagner) expresa el miedo y el ansia de Ariadna ante el amor
terrible y furioso que el dios Dionisos sentía por ella. Yo soy tu laberinto : con este verso termina el poema del que copio algunos versos.
¡No!
¡Vuelve!
¡Con todos tus martirios!
Todas mis lágrimas corren
su camino hacia ti
y para ti arde
la última llama de mi corazón.
¡Oh, vuelve,
mi dios desconocido, mi dolor!
Mi última felicidad!
Os dejo enlaces donde podéis leerlo.
http://www.nietzscheana.com.ar/textos/lamento_de_ariadna.htm
http://es.scribd.com/doc/7145414/Friedrich-Nietzsche-Ditirambos-de-Dionysos
http://es.scribd.com/doc/7145414/Friedrich-Nietzsche-Ditirambos-de-Dionysos
Ariadna.G. Chirico |
Aquí tenéis también un enlace donde podéis leer Ariadna en Naxos de Jorge Guillén
https://docs.google.com/document/pub?id=1KAke_Ije2jQVP5aGE4bJGTjXFZtAcmdPLf1JS8o0Hvk
Y termino copiando un poema de Claribel Alegría titulado
Lamento de Ariadna
No te pierdas, Teseo
vuelve a mí.
La playa está desierta
tengo los pies sangrientos
de correr en tu busca
¿será que me engañaste
dejándome dormida en esta isla?
Perdóname, Teseo
¿Recuerdas nuestro encuentro?
amor eterno me juraste
y yo te di el ovillo
y volviste a la luz
después de haber destruido
al minotauro.
¿Te secuestró algún dios
sintiéndose celoso?
No me inspiran temor
ni Poseidón
ni Zeus
es de fuego mi ira
y se alzará
desde estas aguas
hasta el cielo.
Vuelve,
vuelve, Teseo
no te pierdas
en los laberintos
de la muerte
anda suelto
el ovillo de mi amor
atrápalo, Teseo
vuelve a mí
soy tu tierra
tu luna
tu destino.
Clava en mí tus raíces.