martes, 11 de octubre de 2011

Robert Browning: Dani Mato Vázquez y Paula

Robert Browning  se interesó por la literatura desde muy temprana edad, esto se debe a que su padre se dedicó a coleccionar libros de gran variedad, Robert comenzó a introducirse en el mundo de la literatura y el arte demostrando especial interés por los poetas románticos, particularmente por Shelley, al que llegó a imitar volviéndose ateo y vegetariano durante una fase pasajera de su vida.
Aurora Leigh
 
En 1845 conoce a Elisabeth Barrett, poetisa inglesa cuyas obras estaban llenas de ternura y delicadeza, aunque también de fuerza y hondura de pensamiento. Tras dos años de noviazgo, Robert Browning se casa en secreto con Elisabeth Barrett, debido a la desaprobación del padre de ella respecto a su relación, y abandonan Inglaterra para vivir en Florencia, Italia, donde viven felices hasta la muerte de Elisabeth en 1861.
        Durante el período de tiempo que vivieron juntos en Florencia, Elisabeth escribió Las ventanas de la casa Guidi, un extenso poema inspirado por la dura lucha por la libertad, y Aurora Leigh, un poema en verso dividido en nueve libros sobre el matrimonio, la maternidad, la pasión sexual y religiosa.

           Robert Browning publicó un volumen de prosa poética Christamas-Eve and Easter-Day y escribió dos volúmenes que asentarían su reputación en los tiempos venideros; Men and Women y Dramatis Personae en los que cultivó una forma de poesía de la que él  fue pionero, el monólogo dramático.
Este tipo de monólogos están inspirados en la estructura del teatro clásico griego y en el teatro clásico inglés de Shakespeare. El poeta asume la personalidad de un personaje historico o mítico con el que se identifica y le da voz en primera persona.


El monólogo dramático es un tipo de composición en la que un personaje, que no es el propio autor, "habla" de sí mismo hacia un receptor o público imaginario, expresando su situación, sus problemas, sus miedos...
No es como el típico poema, en el que esta realidad es la del propio poeta, o ficticia e irrelevante. Es importante el contexto en el que se encuentra el personaje principal; hablará de ello durante el monólogo. Muchas veces la figura es ya conocida de antemano por el lector: un personaje bíblico, histórico...
El autor se mete en su piel y escribe, en primera persona, sobre lo que éste pudo "sentir" en un determinado momento o episodio de su vida.
A pesar de no tener nada que ver el autor con la voz poética, el monólogo dramático se utiliza para expresar, por medio del protagonista, los sentimientos del propio poeta. Browning se inspiró sobre todo en personajes renacentistas; era un apasionado de la cultura de esta época.

Un buen ejemplo es el monólogo "Mi última duquesa" ("My last duchess"): el hablante es el conde de Ferrara, un aristócrata italiano cuya última mujer fue una joven a la que probablemente mató envenenada a los 17 años. Browning lo pinta como un hombre maniático, controlador y celoso; en el monólogo habla sobre el cuadro que un imaginario "fra Pandolf" le pintó a su esposa. El tono es irónico; Browning no conocía todavía a Elizabeth, pero aún así no pensaba de esa manera.

Lucrecia de Medeci
(la última duquesa)


He ahí mi última duquesa pintada en la pared,
que mira como si estuviera viva. Es lo que llamo
toda una maravilla, fíjese: las manos del Pandolfo
un día entero trabajaron con ahínco. Y ahí está.
¿Podría, por favor, sentarse y contemplarla? Dije
a posta Fra Pandolfo, pues no ven jamás
extraños como usted ese semblante así plasmado,
la hondura y la pasión de su mirar ferviente,
sino que a mí tienden sus ojos (ya que nadie aparta
esa cortina que he corrido para vos que no sea yo)
y preguntarme a mí parecen, si a ello osaran,
cómo esos ojos fueron a parar ahí; así que no el primero
sois vos que a mí se vuelve y lo pregunta. Pues, señor, no fue
sólo presencia de su esposo lo que alzó esa luz
de júbilo a la piel de sus mejillas: fue quizás
ventura del Pandolfo si decía, “El manto cae
sobre la mano demasiado, mi señora”, o bien “Pintar
no debe nunca hacerse en la ambición de reflejar el leve
rubor que baja hasta morir en la garganta”: eso
era cortés, pensaba ella, y condición que puede
bien concitar ese fulgor de júbilo. Tenía un corazón
ella, ¿cómo diré?, muy fácil de alegrar,
o demasiado impresionable; le placía cualquier cosa
en la que su mirada se posara, y su mirada iba por todas partes.
¡Todo era uno aquí, señor! Mi dádiva en su pecho,
la declinante luz del día por poniente,
la rama de cerezas que algún loco intempestivo
quebró en el huerto para ella, aquella mula blanca
en la que daba vueltas a la finca, todos
sacaban de ella por igual señal de aprobación,
o, al menos, un rubor. Daba las gracias a los hombres,
de alguna forma, no sé cómo, igual que si rimara
eL don de novecientos años de mi nombradía
con otro de cualquiera. ¿Y cómo rebajarse a amonestarle
algo de tal trivialidad? Incluso con destreza
en el hablar, algo que yo no tengo, hacerle ver
lo que uno deseaba, así, decirle, “Es sólo
esto o lo otro lo que en ti me desagrada; aquí no llegas,
y allí te pasas de la raya", si dejara
que se la aleccionase así y jamás pusiera
su ingenio al mismo rango que el de uno, y se excusara;
incluso ya sería aquello rebajarse y yo prefiero
no rebajarme nunca. Sí, señor, me sonreía, sin ninguna duda,
cuando pasaba por su lado; aunque, ¿quién por allí pasaba sin
una sonrisa parecida? Fue la cosa a más, di órdenes;
luego cesó toda sonrisa. Ahí la tiene
igual que si estuviera viva. ¿Se levanta, por favor? Iremos
con los demás que están abajo. Y le repito,
la conocida liberalidad del Conde, su señor,
es plena garantía de que no habrá justa pretensión
mía de dote que él no vaya a consentir;
bien que su hija y su persona, como confesé
de entrada, sea mi objeto. Es hora de bajar
los dos juntos, señor. Vea, no obstante, ese Neptuno
domando un caballito de mar, una rareza,
que Claus de Innsbruck ha forjado en bronce para mí.



  Otros conocidos monólogos dramáticos de Robert Browning son:
  • Fra Lippo Lippi,   monólogo dramático de Browning en el que se identifica con un pintor del  S. XV, Filippo Lippi, que  vive un  conflicto entre la vida religiosa comprometida con la iglesia o una vida de ocio y diversión. 
Cuadro de Fra Lippo Lippi.
  • El primer monólogo dramático de Browning contenido en el volumen de Men and Women, se titula Love Among the Ruins, en español, Amor Entre las Ruinas.
 
Love Among the Ruins.
  • Andrea del Sarto, es otro de los más destacados monólogos dramáticos de Browning. El protagonista homónimo es un pintor florentino.

Cuadro de Andrea del Sarto.


Bibliografia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Browning